Las 11 presas de Sinaloa sufren los estragos de la sequía

1/1 En los cerros por donde va el cauce de la presa Huites se ven continuas delgadas líneas por donde van bajando los niveles de agua extraída para la agricultura y el consumo humano.Foto: Javier Padilla/ Debate
Agricultores, ganaderos y pescadores de Sinaloa se encuentran con un incierto panorama ante la falta de lluvias, que lesiona cada vez más la economía familiar
Los Mochis, Sinaloa.- Aterrador, quemante, con olor a muerte y mirada sofocante, ese es el panorama que se vive y se sufre en las entrañas de la presa más grande de Sinaloa: la Luis Donaldo Colosio, Huites, en Choix, el sierreño municipio sinaloense que colinda con los estados de Chihuahua y Sonora.
El paisaje es desolador. A lo largo de los cerros descubiertos por la sequía y entre el lodo seco se pueden ver esqueletos de lobinas y mojarras, principalmente, que quedaron atrapados entre el fango durante las extracciones del líquido que ha hecho la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para asegurar el riego agrícola y el consumo humano en el norte de Sinaloa.
Peligrosa aridez
Reporteros de Debate de Los Mochis se adentraron aproximadamente una hora en lancha al corazón de la presa para conocer la situación del más importante embalse sinaloense y visitar La Guasa, la exhacienda del general Roberto Cruz que tuvo sus años de gloria durante el siglo 20 y que quedó cubierta a finales de la década de 1990 por las aguas de la Huites, pero que igual que en el 2021 la sequía ha dejado al descubierto.
La travesía fue interrumpida por un fango creado por el azolve de la tierra suelta de los cerros que de lejos parecían firmes, pero que se volvieron trampas mortales hasta para los más experimentados.
Esto se pudo constatar porque después de dejar la lancha para continuar el recorrido a pie por entre lo que parecían veredas seguras hacia la primera construcción, la antigua iglesia de La Guasa, de pronto los pies de los reporteros y su guía se resbalaban al desmoronarse terrones aparentemente compactados y quedar prácticamente a la deriva a metros de altura del agua o el fango.
El miedo se respiraba en el ambiente y se mezclaba con los sofocantes 47 grados centígrados del ambiente, pero la misión no cesó hasta que otro gran fango lo impidió por completo. Dar un paso significaba caer entre aguas lodosas donde, según lugareños, cada año muere ganado en búsqueda de agua y alimento.
El regreso a Techobampo fue igual: peligroso, lastimoso y resbaladizo por la engañosa tierra suelta, y los viajeros solo estuvieron seguros una vez que abordaron la lancha.
Dilema de pescadores
Para quienes viven de esta presa a través de la pesca, como Pedro Rábago, Analit Ibarra y Sergio Quintero, esta situación es alarmante.
Esto, porque además de batallar para conseguir agua, ven que el embalse tiene cada vez menos líquido y, por consiguiente, ellos un charco cada vez más estrecho donde tirar sus redes de pesca.
Pero no solo es la Huites en Choix.
En conjunto las 11 presas de Sinaloa guardan el 14.2 por ciento de su capacidad de conservación. De entre ellas, la Adolfo López Mateos, en el municipio de Badiraguato, es la más golpeada, pues al día de ayer guardaba 151 millones de metros cúbicos, que significa un 4.9 por ciento de su capacidad total de almacenamiento.
Para Analit Ibarra, presidenta de la cooperativa Juan S. Millán, en la Huites, el panorama es incierto, pues como resultado de la crisis económica, la sequía y el escaso producto que se obtiene de la presa, es común que el pescador se encuentre en el dilema de entregarlo a la cooperativa o llevárselo a su familia para que se alimente, y una gran mayoría se inclina por esta opción.
“Pero no hay otra cosa que hacer más que ser pescadores. Sólo queda aguantar hasta que lleguen las lluvias y haya otro panorama.”
Contexto
La sequía lleva a repensar qué sembrar: maíz o trigo
Para el productor Ramón Osuna Cota, la agricultura en Sinaloa atraviesa por un momento preocupante porque las 11 presas del estado están a merced de una incierta temporada de lluvias. El agricultor del norte de Sinaloa fue tajante al manifestar que incluso los volúmenes de agua llegarán a ser más bajos que en 2021. “No sabemos qué se va a sembrar, si maíz, cuántos riegos para este grano, o frijol, que no tuvo ni precio porque el gobierno federal importó 180 mil toneladas sin necesidad”.
José Camacho Torres, gerente técnico de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora, explicó que ante la sequía, productores de esa región ven viable sembrar trigo sobre maíz por los riegos que requiere cada uno, y es que el trigo necesita de 2 a 3 auxilios para un rendimiento de al menos 6 toneladas por hectárea, mientras que el maíz más de 4 para un rendimiento rentable.
Los datos
1. Estado crítico. Todavía faltan 38 días para que se llegue el 24 de junio, el día de San Juan, cuando se debieran presentan las primeras lluvias.
2. Meteorología. El fenómeno de La Niña es el causante de la sequía que se deja sentir en las zonas costeras del Pacífico, como es el caso de Sinaloa.
3. México. El registro de almacenamiento en las presas indica que 98 está arriba del 50 %, 23 entre 20 y 50 % y 17 con niveles abajo de 20 % de su capacidad.
4. Sequía. Choix, El Fuerte, Sinaloa municipio, Mocorito, Salvador Alvarado, Badiraguato, Cosalá, Elota, San Ignacio, Concordia, Rosario y Escuinapa.
5. Ganadería. De los sectores económicos que sufren más por la falta de agua. Es común ver por los caminos rurales animales muertos de hambre y de sed.
6. Cuidado. Autoridades tanto de los ayuntamientos como estatal y de la federación piden no derrochar el agua que queda en las presas.
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Programas emergentes
1. El Gobierno del Estado mantiene el programa “Sequía” para dotar de agua a 12 municipios.
2. Conagua, Ceapas y ayuntamientos en sequía entregan agua en pipas en las comunidades.
3. Los mismos pobladores tienen que comprar viajes de agua a particulares para sus familias.